Uno de sus mayores puntos fuertes es la velocidad: se pueden producir automáticamente 2.700 piezas por hora, lo que supone un aumento del 30% respecto a las versiones hidráulicas anteriores.
Además, el robot y la prensa se han integrado totalmente, lo que permite reducir al mínimo el tiempo ciclo.
Todos los componentes de la máquina son ajustables en posición, velocidad y control de fuerza, ventajas que sólo la tecnología eléctrica puede garantizar. De este modo, el proceso de cizallado es aún más preciso y totalmente repetible.
El dispositivo de giro de la pieza (patentado) también es totalmente eléctrico y permite ajustar la posición, la velocidad y el ángulo de giro.
Esto garantiza que las piezas se giren correctamente al 100% y, por tanto, maximiza la repetibilidad del proceso, evitando interrupciones o rechazos.
La continuidad del proceso de estampación también está garantizada por la presencia de 4 cintas transportadoras de recogida que permiten al robot tener siempre una pieza lista para su recogida.